Otra cosa: el omega 3, entre varios beneficios, es precursor de sustancias antiinflamatorias, mientras que el omega 6 produce sustancias proinflamatorias. Por lo tanto, si tenés algún diagnóstico de algo que termine en “-itis”, o alergia o enfermedad autoinmune; seguramente sea beneficioso este cambio.
Las fuentes más comunes de omega 6 son los aceites refinados de girasol y maíz, los cuales ya no quedan libros de nutrición actuales que recomienden su consumo, y sí recomiendan el consumo de aceite de oliva extra virgen. Éste contiene más equilibradas las grasas omega 3 y 6.
Además, no podemos comparar los procesos industriales de obtención de los aceites de girasol y maíz con la primera extracción en frío del aceite de oliva extra virgen, en donde se obtiene un producto de alta calidad sin agregado de químicos.😉